En mayo de 2015, la Asamblea Mundial de la Salud aprobó el "Plan de Acción Mundial" para enfrentar la creciente resistencia antibiótica. El objetivo de esta estrategia es asegurar la continuidad del tratamiento aunado a una prevención exitosa de las enfermedades infecciosas; esto garantizando el acceso a medicamentos efectivos y seguros de la mano de un uso racionalizado y responsable.
Los 5 objetivos descritos en el Plan de Acción Global son: